El largo tiempo distanciado , marcaba el contexto. Los brebajes insolentes, se acompañaban de una comida condimentada en "mala". El merken es una debilidad al igual que verde yerba y la cerveza.
La distención y la camaradería marco la reunión, el hip hop marco la conversación, para luego pasar a las marcas hechas con sudor y lagrimas, no fue un día fácil.
Un golpe en la puerta no nos hizo sospechar nada, quizás era el conserje reclamando por ruidos molestos de la maquina o tal vez algún olor sospechoso emanado del departamento.
"Abran la puerta!", junto a fuerte golpe, esta se reventó, "todos al suelo, chuchadesumadres, esposen los a todos", fue el dictamen del matón a sueldo.
No teníamos miedo solo rencor y odio, ya los estábamos esperando desde hace un tiempo, preparados para esta circunstancia. Nos fueron sacando uno por uno hacia el vestíbulo del edificio, para luego ser llevados hacia el carro policial, sometidos bajo sus amenazas e insultos.
Pero esto no seria tan fácil para ellos, años atrás habíamos aunado alguna ideas para un momento como este, solo había que esperar el momento preciso para la acción.
Al salir, me detienen frente a un enorme ventanal semi abierto y ante un descuido del maton, me voy encima de él , empujandolo con todas mis fuerzas, caemos por mas de 100 metros destruyendo el asfalto y nuestros cuerpos.
Mañana la prensa dira que un loco se suicido y en su loca mente, arrojo a un cordial, excelente hombre, padre de familia, modelo a seguir para la sociedad y un muy buen perro guardián. Hoy, solo sabemos que hay un esbirro menos, pero nacen 10 refractarios más.
Pietro. 2011
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